La tarea del corrector ortotipográfico es limar, pulir, refinar un texto ortográfica y estéticamente para que la información que transmite pueda llegar al receptor de la manera más clara y más adecuada posible, en función de lo que se quiere comunicar.
Tus textos hablan de ti, hagamos que hablen muy bien.
Presentar un texto correcto, adecuado según las normas de la Real Academia de la Lengua, no es cosa del «corrector» de Word. Este es un recurso de gran ayuda, por supuesto, pero nunca va a poder ofrecer un buen trabajo de corrección ortotipográfica.
José Martínez de Sousa, una de las máximas autoridades en tipografía, lexicografía y bibliología en español, define la ortotipografía como «el conjunto de reglas de estética y escritura tipográfica que se aplican a la presentación de los elementos gráficos».